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lunes, 25 de mayo de 2009

Daniel Windsurf en Brasil 2001 Historia del Windsurf


BRASIL

Después de una breve visita por los mejores spots de brasil en una promocion junto a BJ.una de las escalas fue Rio de Janeiro, donde no comentaron sobre las condiciones del lugar aunque ese dia el viento no izo su presencia las olas si.
El lugar bien merecia una nueva visita y conocerlo mas a fondo y asi fue.
La fecha elegida algo asi como la primavera en Esp. Unas fechas con muchas posibilidades de viento entre noviembre y diciembre.
Estas fechas ademas tienen muchas posibilidades de encontrar buenas ofertas de vuelos a buen precio.
CONDICIONES
Tambien en comparación con el lugar habitual de los viajes de invierno en busca de buenas condiciones Maui en estas fechas y principalmente diciembre las olas son grandes pero el viento falla bastante y hay muchas lluvias, esta es una perfecta elección por la regularidad de condiciones las olas tienen un poco de menos fuerza per los tres metros suelen estar presentes en bastantes ocasione y los dos metros a diario, el viento es racheado par vela entre 5.8 y 4.7 pricipalmente un termico de derecha que apartir de las 12h empieza hacer su presencia, aun que de repente un dia se nubla un poco y te sorprende dos o tres dias viento de derecha.
CONTACTOS ESENCIALES
Marquiños dueño de la tienda Hywind y presidente del club de wind y ............. del bar SKIPER junto a la playa y con internet
Ellos me facilitaron todo lo necesario para hacer de
Localización de spot:
Rio de Janeiro playa Barra de Tijuca y justo en el lugar donde rompen las mejores olas se encuentra el club de windsurf a pie de playa con guarda tablas y aparejos montados césped y mangera pleno conford junto al clud a derecha izquierda y enfrete tinese chiriguitos con comida de todo tipo bebida y cocos fresquitos sin contar con las numerosas personas que pasan por la playa cargados de bebida comida e incluso barbacoa que junto a tu toalla te hacen un preparado de pollo.
A mi llegada al aeropuerto de Rio los taxista me acosaron si decides que te lleve uno fija el precio antes de nada si vas sin un duro brasileño no agas lo que ice yo que cambie en el aeropuerto, pregunte en una oficina de información y me mandaron a un personaje que habia por hay y no me izo el mejor cambio que podria esperar precisamente.

Skate wind España


Daniel Parres el primer Campeón de España de Skatewind, pruebas celebradas en Cadiz y Madrid. Ganando el las dos pruebas celebradas.

Daniel Parres en una gran aventura con amigos como Bjorn en Canarias


¡ ATENCION ESTA NO VA SER LA HISTORIA SOBRE UN LUGAR DONDE IR A NAVEGAR.. DE HECHO , NO VAMOS A CONTAROS DONDE ESTA NINGUNO DE ESTOS DESTINOS. ESTA HISTORIA ES ACERCA DE LA VIDA, Y LA VIDA NO ES UN DESTINO , SINO UN VIAJE EN SI MISMO. NADA MAS Y NADA MENOS QUE LA DINAMICA COMBINACION DE FUGACES INSTANTES QUE SE VAN JUNTANDO A TU ELECCION. PUEDES O BIEN DORMIRTE EN ELLOS , O PASAR A TRAVES DE ELLOS.

Es la historia de Bjorn y un grupo de amigos haciendo lo que realmente les gusta, una vez acabada la copa del mundo. Es una historia sobre el lado privado de la vida, de los pequeños detalles que la mayoría de la gente no llegan ni a ver, es una historia sobre “La otra vida del windsurfista pro”, narrada por Luke Hargreaves, adaptada por el
PBA-E man Xavier Bigorda y fotografiada por Reinhard Müelle.

Un día estabamos discutiendo las trescientas extrañas y alucinantes fotos que van a ser utilizadas para el nuevo libro sobre Jaws que habíamos previsto anteriormente, y crack…de repente salta Bjork y dice convencido : Será el ocho de enero. Durante añosle había estado diciendo que me gustaría saber porqué quería tanto a las Canarias, para que me llevase a visitar los lugares que no puedes ver cuando viajas para la Copa Mundo y poder estar con los amigos de los que también me había hablado siempre . “Me es imposible ese día “ , dije,” es demasiado pronto “pensando que estaba bromeando, “de acuerdo, el día nueve”. Esta vez estaba seguro que bromeaba . Durante los trece años de nuestra amistad, he llegado a la conclusión de que Bjorn es el epítome del pragmatismo. A él no le interesan los problemas, tan sólo las soluciones. Era consciente de que darle más excusas sería un futil ejercicio, él ya se había hecho a la idea y no habría quien le hiciera cambiar de parecer.

Y era cierto, no disponía de demasiado tiempo pero no me pude negar. Maui-Europa, largo viaje y la nueva aventura ya había empezado.
Ya en Europa, largo viaje y mientras trataba de embarcar en el vuelo de Londres a las Palmas , me dieron la noticia de que, siendo australiano , necesitaba un visado para entrar en España. Realmente ya lo sabía, pero durante las vacaciones de Navidad no había tenido tiempo de conseguirlo, por lo que traté de colocarme a través del filtro de inmigración …mala idea .Salí de Hawaii en pantalones cortos y camiseta, mis maletas estaban facturadas hasta Las Palmas, la Embajada española estaría cerrada durante tres días mas y fuera del aeropuerto hacía un frío que cortaba el hipo ( dos grados centígrados ). Los Baker, pensé. Una rápida llamada y Ant acudió de inmediato en mi rescate con ropa calentita y una ronrisa amiga , “mama está cocinando, cuando lleguemos a casa estará lista”. Tres días en un oasis inglés. Nunca les podré agradecer lo suficiente a Maria y a Herbie su amabilidad y hospitalidad.
Llegué a las Canarias cuatro días tarde. Bjorn estaba un poco mosqueado, odia tener que esperar, pero el retraso le dio algo de tiempo para organizare. Lo tenía todo listo para partir: tablas de surf con cinchas ( surfstraps ), skurfs (wakeboard), jet-ski, zodiac , incluso había conseguido un Toyota Hi-Lux cortesía de Toyota-Canarias. Renato y Kllaus , los cámaras , estaban a la espera… si tenía que haber acción de algún tipo, ¡la íbamos a tener! “¿Cual es ella previsión del tiempo para mañana ¿ pregunté, deseoso de entrar en agua. “cuando llegue mañana lo sabremos “. Tenía que haber sabido la respuesta de antemano. Siempre recibes ese tipo de respuestas cuando Bjork no conoce la respuesta.

Mañana llegó muy pronto. Bjorn estaba a punto y aún quedaba media hora para la salida del sol. “Levántate, esta perfecto, ¡vámonos!.
Estaba esperando mis huevos fritos, tostada, y café …negativo…el desayuno consistía de un complejo energético , aminoácidos y zumo de frutas recién salido de la batidora.
Bjorn odia perder tiempo con el desayuno. De hecho, odia perder tiempo con cualquier cosa, “No quiero hacer Kilómetros en balde, ¡tengo que sacarle partido a cada minuto!”. Palabras que muy rápido se dicen, pero por las que siempre vive.

ACLIMATACION

Las dos primeras semanas nos trajeron unas condiciones poco consistentes. Ya me estaba poniendo un poso nervioso y quería ponerme manos a la obra y sacar algo en condiciones para el vídeo. “No te preocupes” me aseguró Bjorn, el eterno optimista, “Las condiciones llegarán, aprovecha el tiempo para acostumbrarse a la temperatura y la fuerza del agua”. “La temperatura del agua, de acuerdo”, pensé, pero, ¿a la fuerza del agua? ¿De qué narices está hablando? Vivo en Hawai, estoy acostumbrado de sobras a la fuerza del agua”. Bien, eso pensaba yo. Bjorn encabezaba la cruzada hacia su lugar especial. “Podemos sacar el jet-ski aquí, conducir hasta allí arriba y surfear la ola desde allí “. A mí me parecía bien, así que decidimos salir. El jet no iba muy bien, le faltaba fuerza y se ahogaba en la parte de abajo. No me sentía con mucha confianza, un solo error y el jet acabaría en las rocas. Eso no sería un buen comienzo para el vídeo. A Bjorn no le importaba el jet, estaba demasiado enfrascado hablando de la ola cuando la rompiente alcanzó ocho o diez pies …”¡El pico está allí afuera, y la izquierda rompe de aquí hasta allí y la derecha hasta allí “! Todo lo que él podía ver era la longitud y calidad de la ola, todo lo que yo veía ¡eran rocas! Las olas tenían de tres a cuatro pies , medida hawaiana, sin nadie en el agua. Este lugar es demasiado cambiante normalmente para surfear. Cuando llegó el “remolque “, Bjorn condujo primero para mostrarme la ola y los canales de entrada. Me metí en mi primera ola, ¡increíiiible! Glassy, para mi solo. A mitad de camino, un montón de rocas aparecieron en medio de la ola, “¿qué narices es eso?” pregunté, “Oh, eso, sí, ta, tan solo son rocas, la ola te empujará hacia aguas mas profundas”, replico si las golpeas, la ola te empujará hacia aguas mas profundas”, replicó Bjorn . Bien, no importaba cuanto lo intentara, no era capaz de hacerlo, el sentido común me lo impediría. Remolqué a Bjorn hacia un par de olas y, como no, pasó por encima de las rocas. La ola era super comilona y rompía sobre roca pura. Algo muy normal por aquí, según me aseguraron. Fritjhof y Marcos remaron para pillar algunas olas por sí mismos, por lo que les remolcamos un par de veces para que lo pudiesen probar. Todo el mundo cogió algunas buenas olas, y yo finalmente probé una dosis de Canarian Power.

SPOT PARA NAVEGAR

El primer spot donde navegamos era algo diferente. Había que navegar fuera de una bahía y alrededor de la punta de otra y , una vez allí, no había playa, tan solo rocas. El viento era cruzado-.onshore, con viento de izquierda y olas de la altura del logotipo. Estaba Víctor manejando el jet y Renato filmando, era la primera vez para ambos, y era bastante divertido observarles tratando de posicionarse para filmarnos. Estabamos Marcos, Eduardo, Daniel, Fritjhof, Vittorio, Bjorny yo revoloteando por allí. “Acércate.acércate”, gritaba Renato sobre el zumbido del motor, ambos estaban observando la acción cuando un set apareció de la nada. La primera ola les tumbó, volver a subir antes del segundo golpe se convirtió en un trabajo de locos. Víctor trepó sobre la moto y apretó el botón de arranque …nada. El desconector (hombre al agua ) se separó y se perdió . Víctor trató de levantar el botón con sus inexistentes uñas, pero sin éxito. Al levantar la mirada vió enfrente suyo como rompía un set de la altura de un mástil. Tomó aire, metió la cabeza en el agua y se aferró al manillar del jet con todas sus fuerzas… boom, engullido sin compasión por la ola. El sillín se partió y perdimos el cabo de arrastre, pero por fortuna el motor no quedó afectado. Al regresar a la playa, nos dimos cuenta que con el follón, habíamos perdido a Vittorio. Uno de los locales dijo que creía habían visto a alguien con el mástil roto… algo nada recomendable allí, ya que la única forma de salir es a través de una base militar. Parece ser que al volver, Vittorio decidió tomarse un descanso y fue despertado por las armas de cinco militares. No sé como se lo hizo, pero en cinco minutos los tenía a todos riendo y cargando su equipo en su vehículo para traerlo de vuelta a la playa donde nos encontrábamos. Al llegar se hicieron fotos con Bjorn, “el Champion”, y todo el mundo se quedó contento.

OLAS VIRGENES

Un día, al dar la última curva de un sinuoso camino, miramos hacia la derecha que rompía formando tubo sobre el arrecife situado enfrente de un pueblecito de barracas. Me parecía increíble que tal imagen pudiese encontrarse a tan sólo unos cientos de metros de una gran ciudad. Nuestra atención se dirigió al pico de fuera, una ola que debía tener altura de mástil, y que propulsaba hacia la parte plana. Debía de estar alrededor de un kilómetro de lejos y aún podíamos ver el tubo. “Esa es” dijo Bjorn, “Nadie la ha navegado aún, ¡creo que hoy es el día! Espero que los demás lleguen pronto”. Podía notar ansiedad en su voz. El viento era del sureste e iría disminuyendo a medida que pasara el día. Cuanto más miraba a la ola, menos ganas tenía de salir. Era un solo pico, una mezcla entre los hawaianos Shark Island, Pipeline y The box, en otras palabras, ¡muy fuerte!. El viento soplaba completamente de tierra y era bastante flojo. Mis plegarias no tuvieron respuestas, los cámaras llegaron yb como aún soplaba algo de viento, ¡íbamos a salir! “Desde donde salimos?” pregunté mirando a las puntiagudas rocas. “Ehh, por cualquier parte”. Bjorn ya había montado su 5.6 y se estaba enfundando el traje. “Date prisa!”Esto me volvió loco. La ola era pesada, con vientos de tierra, corrientes desconocidas, salida al agua complicada (de locura ) y Bjorn estaba como drogado para salir allí afuera. Ningún tipo de miedo o algo parecido…tan sólo un terrible deseo de experimentar lo desconocido. Cuando salimos allí afuera realmente me volvió loco, tan concentrado y disfrutando del momento de su vida. Podía casi ver la adrenalina saliéndose por las orejas. Todo lo que quería era golpear el labio en el momento más critico con la mayor velocidad posible y tratar de proyectarse en órbita. ¡increíble!

CONTRASTES

Tras reparar el jet-ski, pensé que sería una buena idea probarlo en agua plana, lejos de las rompientes, por lo que decidimos que una buena sesión de skurf por la mañana sería lo suyo. Bjorn tenía ya un lugar en mente. Llamanos a Klaus y a Renato y nos fuimos para allá. La playa tendría unos cinco kilómetros de largo, y no había ni un alma …pero, claro, eran las siete de la mañana y el sol no había más que salir. El agua estaba glassy y era como si te invitase a entrar. Bjorn dijo que debíamos de darnos prisa ya que a partir de las nueve de la mañana no podríamos estar allí. No entendí el porqué, pero de todos modos nos dimos prisa. Ibamos tan cerca de la orilla que incluso salpicamos a un turista en su sesión matinal de footing. Pudimos obtener buenas tomas del sol pulverizado por el agua del skurf y hacer unos buenos back flips … hasta que Bjorn intentó uno en una zona con tan solo quince centímetros de agua y destrozó el nose de mi tabla. Cuando nos dirigíamos a pillar la tabla de Bjorn, nos dimos cuenta que la policía había parado a Klaus y nos estaban haciendo señales que volviésemos. Parecían enfadados. Nos lo estabamos pasando tan bien, que ni me había dado cuenta cómo se había llenado la playa. En realidad, no cabía ya ni una aguja. No sé que les dijo Bjorn a los policías pero en vez de arrestarnos, se fueron por donde habían venido. “Estamos de suerte”, dijo Bjorn, “Los tíos me conocían, pero nos tenemos que marchar antes que regresen, por lo que aún podemos dar un par de vueltas cada uno!”. Supongo que el hecho de ser campeón del mundo tiene sus ventajas. Cuando nos íbamos quedé sorprendido de la cantidad de gente que había en la playa, y no eran mas que la nueve de la mañana. ¿De donde habían salido en tan poco tiempo? ¿Cuál era la gran atracción?

CAMBIO DE ESCENARIO

Habíamos planeado un viaje a una de las islas vecinas y el parte meteorológico parecía bueno. Pregunté cuánta gente íbamos a ser, “bien”, dijo Bjorn, “íbamos a ser cinco, pero ahora somos tú , yo, los dos cámaras, Víctor, Vittorio, Daniel, Carlos Darío, Richi, Javier, Fritjhof, Marcos…no sé ¿trece? ¡Tan pronto como se enteraron, todos querían venir ¡ El lugar e super bueno, pero no tan verde como esto.”¡ y yo que pensaba que esto era marrón! En el puerto nos recibió Sugar Hansi, un amigo de Bjorn desde hacía más de quince años. Realmente uno de los tipos más enrollados que nunca he conocido. Nos condujo a lo largo de unos veinte kilómetros de camino de curvas hasta una pequeña cabaña de playa en medio de ninguna parte. A medio camino, nos detuvimos para chequear el otro lado de la isla. En la cima del paso, el viento debía de soplar por lo menos a unos ochenta o noventa nudos. Casi perdimos la Hiace y la zodiac. Salimos para tomar algunas fotos y un poco más se nos lleva el viento. Al llegar a la cabaña, vimos picos rompiendo por todas partes, derechas y izquierdas, y todos desiertos. En la casa tan solo había sitio para dos personas,por lo que el resto de nosotros tuvimos que quedarnos en tiendas. Los chicos se habían ido de compras antes de que fuéramos a por las tiendas con capacidad para dos personas, al estilo canario. Al principio creí que bromeaban cuando ví las montadas. Tras hinchar los colchones de aire y colocarnos por entre la cremallera, me preguntaba cómo narices iba yo a caber allí dentro. Ví que si me colocaba de lado, entraría justito, con mis pies tocando un extremo y mi cabeza, doblada hacia un lado, en el otro. Bjorn, por su parte, tenía otros problemas. Tenía que trepar rápidamente, dejando los pies fuera de la tienda, tumbarse y dormir antes de sentirse claustrofóbico… Así estuvimos diez días y diez noches. Viviendo en plena naturaleza, era fantástico. Todos disfrutamos del estar alejados del stress y de la tensión de la vida moderna. Levantándonos con el amanecer y con el sonido del océano, sesiones de windsurf a primera hora, surf cuando nos apetecía… realmente pasamos unos muy buenos días.

DOBLE PROBLEMA
Un día, en que las olas eran pequeñas, Bjorn sacó tandem. Increíble ,pensé, siempre había querido probar uno. Me monté delante y Bjorn, el navegante de tandem experimentado , iba en el asiento del piloto en la parte de atrás. Al principio era un poco dificil, pero tras un par de bordos nos acostumbramos, sacando algunos buenos saltitos. Las únicas instrucciones que recibí fueron “mas rápido, mas rápido “. Debió parecer muy divertido, ya que tan solo llegar, uno de los chicos quiso probarlo. No era un lugar tan dificil para navegar en un día como aquel, rocas negras cubiertas de erizos, rompiente, y vientos racheados e inconscientes y una corriente fuerte que te llevaba a Gran Canarias. “Puedo hacerlo no hay problema “, pillo el tandem con la vela de race nueva de Bjorn y se dispuso a salir. Bjorn le paró antes de que llegase al agua y le cambió la vela de race por una de ola, más fácil de controlar, “aquí tienes, prueba esto”. Javier hizo sin problemas los 50 metros de salida de la bahía y se dirigió de cabeza hacia las piedras, destruyendo el tandem. Volvió cojeando al campamento, “todo bien “ exclamó, “aún estoy vivo”.

POR POCO

Tras una semana en el desierto, todos sentíamos que había llegado el momento de visitar el mundo moderno. Ir a un restaurante , ducharnos, ya sabéis, para volver a ser seres humanos en vez de animales. Era ya de noche cuando nos metimos los veinte kilómetros de camino. El Land Cruiser estaba cargado de gente, yo estaba en la parte de atrás con, sí, lo habéis adivinado, Bjorn conduciendo, como de costumbre, estaba demostrando sus increíbles cualidades al volante, al estilo Carlos Sainz. Tenía un mal presentimiento , por lo que no paraba de decirle que aflojara la marcha, “no vamos tan deprisa” respondió Bjorn molesto. Después de todo, ¿como iba yo a cuestionarle su habilidad al volante? Pero insistí, “es igual, vamos demasiado deprisa para este camino”
Estabamos entrando cruzados en cada una de las curvas, y no pasaría nada si no fuese por la pared de rocas en un lado y el acantilado en el otro. Finalmente redujo la velocidad tras casi salirnos del camino en una curva bastante cerrada. Al día siguiente, Klaus y Renato cogieron el Land Cruiser para chequear el surf a primera hora, debían ir a aproximadamente a diez kilómetros por hora cuando la rueda delantera derecha saltó.

WOOPS

Dejamos la cabaña para visitar a Gunter y a su familia, que viven en el otro lado de la isla . Es un tipo muy simpático y nos recibió a todos invitándonos a que nos quedáramos en su pequeño apartamento. Yo alucinaba por el hecho de poder utilizar una cama de verdad. Resultó que la noche que llegamos , el grupo en el que toca Gunter, acaba en uno de los garitos de la ciudad. No nos lo podíamos perder. “Allá vamos “, pensé, y fuimos todos excepto Klaus, “vaya noche”. Todos empezamos muy tranquilitos pero…al día siguiente solo estaba el en pie y listo para filmar antes de que nosotros hubiésemos aún llegado a casa. No hace falta decir que estaba un poco enfadado. Se trata de un profesional que trata de hacer un trabajo, y nosotros no éramos mas que un grupo de amigos pasando un buen rato. Las condiciones fueron buenas por la mañana, y nos la perdimos . Me quedé dormido en el coche y me dejaron allí. Por desgracia nunca llegue a probar esa magnífica cama.

JURGEN

El último día fuimos a ver a otro amigo, jürgen y su familia. Yo creo que esta es una de las familias mas armoniosas que he visto en mi vida. Nos recibieron y trataron como parte de su familia. Jürgen nos llevó a uno de sus picos favoritos, que además se trataba de la ola más larga que jamás he visto. Rompe junto a un volcán, no muy grande, pero sí muy divertida. Tras surfear, remabas hacia fuera y podías ver a tus amigos surfear, entubarse, hacer cutbacks, slashes…¡ Era algo enfermizo ¡! Tras una larga surfeada, me puse a contar cuantas olas debía llegar para remar para remar de nuevo al pico… ventiséis. Calculamos que cada uno remamos alrededor de diez kilómetros en cada sesión de surf. Imaginaos, si tuvimos que remar tanto, también surfeamos tanto. Por la noche nos reunimos todos en casa de Jürgen, nos preparaba las cenas mas fantásticas. El parte meteorológico pronosticó un aumento en el tamaño de las olas y una mejora de las condiciones… Oh, lo que faltaba … eso significaba otra llamada de katy, mi esposa, para decirle que me estaría un poco mas de tiempo del estipulado. “No hay problema “, dijo Bjorn, “dile que estás trabajando” para él nada es un problema, ella lo tendría que comprender. Acabamos pasándonos una semana más y conseguimos algunas buenas fotos y el vídeo. Hansi pensó que era bastante divertido, y no paraba de bromear con que acabaría quedándome para siempre y casándome con una chica española…Ya era suficiente, me tenía que largar. Por lo que tras los adioses , podía notar algo de tristeza en Utta “no tienes que irte aún, ¿verdad?”
Creo que le gustó el modo como, no importaba como cocinase, la comida era devorada en cuestión de segundos. Jürgen, por su parte, creo que estaba algo contento de vernos marchar Por fin recuperaría a su mujer, su rompiente favorita quedaría de nuevo desierta, el ancla estaría siempre en el barco y habría incluso cervezas cuando volviese a casa.

Dani Parres y Bjorn Dunkerbeck en Brasil



Visit to Brasil of Bjorn Dunkerbeck & Friends Durante hacia ya bastantes años había querido visitar Sudamérica , pero entre unas cosas y otras no había tenido ocasión. Era una cita pendiente , conocer nuevos spots, conocer nuevos amigos y a la vez promocionar un poco más el windsurfing. Esa día llego , cuando en Maui ( Hawai ) las condiciones no estaban siendo demasiado buenas, entonces decidí que había llegado el momento de conocer parte de Sudamérica. Rumbo a Brasil pasando por Buenos Aires y en compañía de algunos amigos (Vitorio , Rosario y Daniel ) llegamos a nuestro destino con la ilusión de conocer , aprender y disfrutar de una tierra que tenia mucho que mostrarnos. Adrián ( distribuidor de Neil Pryde ) el cual fue nuestro anfitrión nos prometio nada mas llegar una estancia llena de acción y difícil de olvidar. La tarde la dedicamos a conocer la ciudad y a la gente windsurfera que allí se encontraba. Adrián que también es un apasionado windsufista , fue nuestro compañero de aventura , nos preparo un completisimo itinerario donde no perdimos ni un solo segundo y así conocimos , vivimos y disfrutamos de este apasionante lugar . La primera cita fue la isla de Florianopolis uno de los mejores lugares de Brasil para navegar en olas y disfrutar con el windsurfing . Habiendo llegado a Santa Catarina , capital de la isla , cogimos la carretera B-116 hacia el sur en dirección Garopaba en la furgoneta (la mítica Voslwagen-woodstok ) iba junto a Rosario, MR Panamá Jack (Daniel), Adrián , Victorio , Flavio Vidigal (fotógrafo) y el material. El coche no caminaba mucho y tardamos alrededor de una hora y media en hacer 120 Km. Cuando llegamos fuimos directamente a la playa de Iberaquera , donde nos encontramos una maravillosa sorpresa , el cielo estaba totalmente despejado , las olas de dos metros y un viento de veinte nudos. Saltamos al agua junto a algunos locales y disfrutamos de las condiciones magnificas del lugar y como siempre conseguimos llamar la atención de aquellos que andaban por ahí y eso que el spot no se encontraba en su mejor mejor día. Flavio Vidigal el fotógrafo y una cadena de TV brasileña tomaron imágenes . Características del spot: Playa Iberaquera - Considerada como uno de los mejores lugares para la navegación en olas . - Temporada : entre Agosto y Diciembre . - Olas entre dos y cuatro metros - Viento entre 25 a 40 nudos. viento de izquierda. - Recomiendo un short john . Nota: En el otro lado de la playa se encuentra La Laguna de Iberaquera, un paisaje incomparable y una asombrosa combinación de la naturaleza, arboles , palmeras silvestres, arena y rocas lisas por el paso del tiempo. Una laguna de agua salada ideal para el inicio del windsurfing , con una profundidad que no supera el metro y medio , así que si las condiciones no son las buenas para ti enséñale a un amigo este deporte y le harás un regalo que siempre recordara. Estuvimos cuatro horas navegando hasta que , el viento comenzó a bajar. Al final del día nos fuimos a cenar a un restaurante llamado Tartaruga al borde de la laguna, donde degustamos las comidas típicas del lugar con mariscos , ensaladas, arroces, judías… Después de la cena ya medio dormidos, nos dirigíamos a los bungalows de Iberaquera , al borde de la laguna y cuando llegamos nos encontramos al propietario que nos estaba esperando con una gran hoguera encendida donde estuvimos hasta tarde contando viejas historias. Por la mañana visitamos un antiguo cementerio indio cerca de la playa de la Luz . Hacia las diez de la mañana el viento ya estaba establecido, pero para nuestra sorpresa al acercarnos a la playa el viento no era suficiente, en el mar no pasaba de diez nudos, decidimos irnos a la laguna de Iberaquera , monte una vela VX 2 de 6.5 con una 270 de F2 mientras Daniel opto por montar material de olas. Nos metimos y nos dedicamos a inspeccionar todos los rincones de la laguna , divisamos una pequeña playita con un pequeño embarcadero , un lugar idóneo , decidimos llegar hasta ese lugar y cuando íbamos acercándonos nos encontramos con gente del lugar que se dedicaban a la pesca y al ganado, gente muy amable los cuales nos explicaron que en la laguna no se podía navegar con motor , protegían la laguna par mantenerla en estado salvaje , después de charlar amigablemente , montamos el material y nos fuimos al agua a recorrer esa parte de la laguna , mientras navegamos nos encontramos a un pescador que se desplazaba por la laguna dejándose arrastrar por la corriente y se remontaba con una pértiga, al final del día volvimos a Florianopolis y nos dirigimos a la tienda local (OPEN Winds) de Paulo Barra , en la que nos estaban esperando para sacar algunas fotos y firmar algunos autógrafos . Por la noche nos fuimos al concurrido Bulevar , Conccicao Lagoon , donde conocimos a bastante gente del lugar. Cenamos en un lugar típico donde su trato y su carne nos dejaron huella. Al día siguiente nos fuimos a conocer un nuevo spot , la playa de …………. El viento no era suficiente para navegar pero habían buenas olas y allí nos quedamos hasta el medio día . Por la tarde nos fuimos a Sao Paulo a una rueda de prensa con los medios de comunicación, ( radio , televisión y prensa local). Al día siguiente nos trasladamos en helicóptero a la isla de Ilha Bela costa norte de Sao Paulo, a 230 Km. Estuvimos volando durante 40 minutos disfrutando de la vista de las mejores playas de la costa de Sao Paulo , tranquilas aguas cristalinas, arenas blancas y selva hasta la mismísima orilla, no hubiera podido imaginar un sitio así tan cerca de Sao Paulo. Ton , amigo de Adrián , nos recogió a nuestra llegada a la isla , en un barco nos trasladamos a la Ponta das Canas el cual es el principal lugar para la practica del fundboard , se estaba corriendo la penúltima prueba del Circuito Brasileño. Me invitaron a salir en la final del slalom, con la que navegue con una VX2 de 7.4 y una 290 de F2 , el viento era bastante débil pero suficiente para comprobar el buen nivel de los otros competidores . Por la noche pudimos disfrutar de una deliciosa cena a base de sushi y sashimi en la casa de Marcos y más tarde nos reunimos con todos los regatistas en un clinic, sobre la puesta a punto del material en la que la se participo muy activamente , luego nos conocimos mejor en una fiesta muy animada . Al día siguiente volvimos a Sao Paulo, para dirigirnos hacia Río de Janeiro , allí cogimos otro helicóptero en dirección a Búzios . A nuestra llegada a Búzios ya estaba atardeciendo y nos dirigimos directamente a la playa de Tartaruga , punto de reunión de los windsurfistas locales , firmamos algunos autógrafos y fotografías. Al día siguiente había una reunión de paracaidistas, que era donde queríamos intentar saltar, pero el viento que soplaba demasiado fuerte no nos permitió saltar. De allí nos dirigimos a la playa Barra da Tijaca en Río de Janeiro , un lugar habitual de reunión de los windsurfistas de Río , allí nos estaban esperando un canal de TV. El viento no fue el suficiente para navegar, pero el ambiente de la playa , la salsa Brasileña, la barbacoa y los cocos fríos hicieron que esa tarde fuera única , también había una gran grúa de Bungee jumps , en la no pudimos resistir la tentación de saltar allí nos hicieron una entrevista de altura para un canal de TV . Ya por la noche estaba previsto un gran clinic con màs de 200 personas en la que se hablo de todo , desde la puesta a punto del material , hasta lo mas puro de la filosofía del windsurfing .Todos aprendimos un poco más de todos. Me marche con la intención de volver y descubrir mas lugares de los cuales solo oí hablar. Os veo en el agua. Bjorn Dunkerbeck

Dani Parres en la mítica y peligrosa ola Jaws en Hawaii



EN LAS FAUCES DE JAWS “Se trata de una ola, pero no una ola, sino LA OLA. Una masa de agua de miles de metros cúbicos, miles de toneladas, una mole más grande que dos manzanas de edificios de varias plantas de altura, una pared líquida de muchos metros de altura desplazándose a mayor velocidad que Carl Lewis por una pista. Es una enorme rampa de color azul que no parece terminar nunca, rematada por una cresta a modo de rollo de espuma blanca. Un monstruo gigantesco con una boca enorme que se abre con un ruido ensordecedor, un estruendo que estremece hasta los huesos y supera en decibelios y efecto a cualquier equipo de sonido espectacular de cine, y que parece bramar: “Soy Jaws, te voy a devorar”. ¿Te lo imaginas?, pues yo lo he vivido, yo he navegado esa ola”. Daniel Parres. El windsurfista ilicitano Daniel Parres consiguió el pasado 10 de noviembre navegar con éxito Jaws, la mayor ola del mundo con aparición situada, excepción hecha de los tsunamis o maremotos. Cuando la Metro Goldwing Mayer parió su superproducción Tiburón, mal traducida así al castellano, la llamó Jaws que significa mandíbulas. Pues Jaws es el nombre que reciben unos acantilados de la isla de Maui en el archipiélago de las Hawaii, donde se producen, con inusitada frecuencia, las olas más grandes y famosas del mundo. Surfistas y windsurfistas sueñan con deslizarse por las peligrosas rampas que crean las olas de Jaws, pero son pocos los elegidos que consiguen llegar ante su presencia y, una vez ante la majestuosidad de este punto del Pacífico, todavía menos los que se suben a una frágil tabla para desafiar a semejante monstruo. El estruendo de las olas al romper puede escucharse a varias millas de distancia del acantilado y, a medida que te acercas, es como un aviso disuasorio, una advertencia de la fuerza más poderosa de la tierra de que para lograr semejante hazaña hay que dejarse allí mucha adrenalina. La visión de la rompiente desde el punto elevado del acantilado, primero deja sin habla al que contempla la escena, los ojos se dilatan al tiempo que el corazón se encoge y las dudas sobre ¿quién va a meterse ahí? asaltan al más experimentado navegante. Pero ¡claro!, después de tres años de estar maquinando ir a Hawaii a mojar las tablas con la espuma de la dichosa olita, no es plan rajarse a pocos metros de ella. En semejante tesitura se encontraba Dani Parres, conocido como Panamá Man, o el hombre de Panamá Jack, cuando se plantó en las islas del Pacífico, delante de Jaws. Navegar Jaws ¡qué locura!, pero ¡qué gozada!. Dani, armado de material hasta los topes, más lo que pudiera conseguir allí, seguido de cerca por una betacam, con el ojo derecho de Raúl García metido en el visor, abarrotó con su exceso de equipaje la bodega del avión y atravesó medio mundo. Algunos lo hacen por una mujer, otros por dinero, Dani buscaba una ola. En Jaws la mejor época para coger un buen swell (marejada para los castellano-parlantes), “dicen” que es de octubre a diciembre. Dani fue hawaiano del 18 de octubre al 28 de noviembre. Pero no todo es llegar y ¡hala!, montar el material, el traje de neopreno y al agua patos. No, hay que esperar las condiciones idóneas, o ¿quién no las esperaría para meterse (eso en caso de que se atreviese) en una ola como un campo de fútbol?. “En toda mi estancia allí, el 10 de noviembre fue el único día aceptable”, cuenta Dani que hacía mucho que se veía cortándole con su aleta el lomo a Jaws y gritando como un loco, eso sí no se sabe si de emoción o de miedo. Dani lo tenía todo: los aparejos preparados, una tabla cien por cien hawaiana de buen comportamiento “estaba muy contento con ella”, una aleta hand made exclusiva para la ocasión y de tamaño standard para Jaws, muchas horas de entrenamiento, lo que ponen las gallinas listos para jugárselos y un parte de swell favorable, pero que no acababa de llegar a la isla. El 10 de noviembre había poco viento, variable y racheado, estaba nublado, en fin las condiciones no eran las mejores, pero después de tres semanas esperando las series y tamaño de las olas en Jaws no estaban mal y como el parte de viento para los siguientes días no era precisamente alentador. Dani y Raúl decidieron ir hasta el acantilado a echar un vistazo, pero cargados con todo lo necesario por si había que mojarse. Cuando se comenta que Jaws es una aventura es en todo el sentido de la palabra. Hay que ir a buscarla al culo del mundo, es decir a un trozo de tierra que se encuentra en medio de un charquito que se llama Pacífico. Pero una vez allí no os penseis que hay un amplio pasillo que se recorra a pie plano hasta llegar al agua y ¡hola!, aquí está la ola. De eso nada, el Jaws dichoso es un acantilado que el acceso por playa más cercano lo tiene en Hookipa, a más de 4 kilómetros, con viento desfavorable lo que implica una ceñida de narices que cuando llegas a la ola de lo que tienes ganas es de volverte. ¿Que cómo llegan allí los locales?, fácil: en motos de agua, a las que llaman wave runners: corredor de las olas para los que sólo conocen el idioma de Cervantes. Pues bien, aquello es terreno acotado local, es decir de surfistas, los de las velas, que llegaron bastante más tarde que los de las planchas, no están muy bien vistos. Con ello los wave runners son cara comida para el windsurfista y ni la mismísima intervención del campeonísimo mundial Bjorn Dunkerberk sirvió para conseguirle a Dani siquiera un miserable vespino de agua, ni aunque fuera a pedales. Y lo que es mejor ni pagando, así de sobrados van de dólares en este archipiélago polinesio de Oceanía que, sin embargo, es el estado número 50 de los U.S.A.. “La opción de salir de Hookipa con el viento en contra me la dejé en la funda de la tabla y decidí intentarlo por una pequeña entrada, a poco más de un kilómetro, entre los acantilados, que me había indicado Dunki”, cuenta Dani. Lo que no le había comentado de la pequeña entrada el rubio a Parres, era el abrupto descenso, la bajada a rappel de 10 metros y las rompientes en la base que te estampan contra las rocas; un olvido sin importancia, una tontería, pero nada comparable con lo que puede llegar a hacer Jaws con algún incauto que caiga entre sus fauces. Para llegar a las mandíbulas, primero había que salvar otros dientes que eran los del acantilado. Una vez en el agua Dani no lo tenía tan claro. “Menos mal que después de unas series, que me pusieron los pelos de punta, ayudado por unas aletas pude abandonar la roca que utilicé de protección y me puse a salvo lejos de la rompiente con todo el material sin que sufriera roturas”. Montado el material y con Jaws rugiendo a su derecha, Dani vio con júbilo que el viento hinchaba con fuerza su vela de 5 metros, “incluso iba un poco pasado”, y le permitía ceñir con facilidad. Tragando saliva se dirigió hacia la inmensa boca de agua intentando contar las series y elegir olas que rompiesen de forma adecuada para evitar un mordisco letal. “En la primera ola que cogí me encontraba demasiado a sotavento, su velocidad era vertiginosa y, a pesar de que ceñí a rabiar, estaba fuera del pico” relata Dani que describe así el primer contacto: “El poder que noté fue increíble, el ruido impresionante y un temblor me corría todo el cuerpo”. Dani se colocó más a barlovento y se dedicó a dejar escapar las olas hasta que no tenía claro que era la última o la penúltima, o que no iba a romper en el lugar idóneo. Comenzó a bajar olas de 6 ó 7 metros, en diagonal para evitar quedarse sin viento, desde donde comienzan a romper hasta donde mueren. Finalmente llegó una serie que parecía de buen tamaño y Dani decidió ir a por ella precedido de su adrenalina que se fundía como manteca en una parrilla. “El viento pegaba con mayor fuerza y creaba unas pequeñas olitas que me recordaban un ram de speed, con lo que pisé la tabla con todos mis sentidos para evitar algún extraño e irme al agua”. Caer a los pies del monstruo hubiese sido fatal así que “la ola fue aumentando de tamaño, yo cogí velocidad y mantuve una distancia que se me antojó segura de la sección donde iba rompiendo con increíble estruendo. Cuando llegué a la parte baja hice un pequeño bottom con la intención de salirme de la zona de desvente y dejar morir la ola”. Había cabalgado con éxito entre los dientes de aquel enorme escualo de agua y el ilicitano cumplió así su más ferviente deseo. Pero como todo windsurfista quiso más y como todo ser humano fue cogiendo confianza, esa confianza que dicen mata al hombre. “Seguí cogiendo más olas de unos 7 metros y ganando confianza al hacer el bottom, hasta que una me dio un sustito”. Dani intentó explicar como la imprevisibilidad de las olas le jugaron una mala pasada, pero lo cierto es que acabó reconociendo que el sustito cuando se vio a los pies de una amenazante ola que se le venía encima “me puso los pelos de punta” y realizó el water-start más rápido de su vida para alejarse como un cohete del peligro. El viento comenzó a bajar y ya se hacía imposible alcanzar la velocidad de las olas para navegarlas con lo que Dani decidió darle un besito de despedida en la boca de su peligrosa compañera de aventuras y enfilar la seguridad de tierra firme. El windsurfista había bailado con la nativa más famosa del lugar y, al contrario de lo que le ocurrió al capitán Cook, descubridor de las islas también llamadas Sandwich, que durante una rebelión acabó como sandwich de algún local, salió indemne del evento. La jornada no se había terminado, ni mucho menos, porque salir por donde entró era lo mismo que haber escapado de la sartén para ir a parar al fuego, con lo que Dani decidió dirigirse a Hookipa a pesar de que el viento había bajado considerablemente. Dándole más bolsa a la vela y aprovechando las bajadas de las olas se fue acercando a la playa. Finalmente sin viento para seguir y muy cerca de la rompiente decidió desmontar y salir nadando, pero resultó que los nativos no eran tan malos como los hemos puesto y salieron al rescate de Dani remolcándolo hasta la orilla. No se creían de donde venía, sin embargo alguno de los presentes como Carin y Anders Bringdal le habían visto coger las olas y le dieron la enhorabuena.

Historia del Windsurf Daniel Parres



TRAVESIA DENIA-IBIZA
UN VIAJE A TABLA Y VIENTO
«Saldré de Denia con mi tabla de windsurf y si Llebeig sopla fuerte en seis horas vere Ibiza. Espero
que el mar y el viento me acompañen.»
Daniel Parres.
Se le conoce por E-501 o el hombre de Panama Jack: Daniel Parres, actual Campeón de la copa de
España de Funboard y del Circuito Ballantine’s.
Hasta ahora, no hay ningún tiempo cronometrado para realizar la travesía Denia-Ibiza en una
embarcacion a vela, y Daniel quiere hacer un buen registro.
Para ello confía en un tipo de viento bastante abiual en esta época del año, que suele empezar sobre
las 12h y durar hasta las 21h.
Este viento, llamado localmente Llebeig, en otros lugares Garbí, permite realizar la travesía con
rumbo directo a Ibiza, navegando entre aleta y través. Entre la salida y la llegada el viento tiende a
cambiar un poco en algunos puntos del recorrido. Para poder realizar esta travesía se necesita una
intensidad del viento mínima de fuerza 3, con esto, y si no hay contratiempo importante, Daniel se
ve capacitado para realizarla en unas 6 horas.
Si el tiempo acompaña, Daniel empezará esta aventura cronometrada ante notario el 6 de junio a
las doce del mediodía. Un GPS, una embarcación de apoyo con la que se comunicara por radio.